Bueno, y con la tercera también...
Y ha tenido que venir un tal tirillas-tatuado para darle simetría a un tres.
Que tenía el ancla desorientada desde entonces...
Que me pedía desde entonces un suelo sobre el que apoyarse...
Que creíamos las dos que siendo pares no nos darían los aires de levante...
Ni con suerte los de poniente...
Pero no.
Que al parecer esto no es más que otro punto y aparte,
que a saber hasta cuándo voy a ser tan yonki-de...
Que dónde narices estará mi punto-y-final...
Que "donde me quieras llevar"...
Y que creo que no me importaría volverme a caer.