Estoy de la lluvia hasta las narices.
Que nací para tener entretiempo, al menos, un par de veces al año.
Y lo que tengo en mi casa es una colección absurda de chaquetas y americanas para ponerme nunca.
Por que no escarmiento.
Y sé que la primavera no existe. Y lo se yo, y lo sabes tú y lo saben ellos.
Pero nada. Que no aprendo.
Así que aquí está mi nueva chaqueta vainilla-limón.
Absurda, oversize, de cuello-smoking, de crepé, larguita, tiesecita... me encanta.
PD: el Domingo me voy de vacas. Qué ganas de ser la odiosa niña-ociosa :)